» El primer cuaderno
Estos días no puedo observar, el tiempo resulta muy escaso cuando un familiar cercano está en el hospital. En una de mis idas y venidas a Córdoba busqué ese primer
Cuaderno de Observación, el antiguo block anillado con mis comentarios y observaciones. Su lectura despierta sonrisas por la imprecisión de las observaciones, pero me sigue transmitiendo toda la magia e ilusión del momento. Allí están descritos paso por paso mis tres primeros años como astrónomo aficionado, allí están las bases de mi formación como observador. Quiero recordar con vosotros algunas pequeñas vivencias, quizás alguno se pueda sentir identificado.
Al principio observaba desde la ventana del piso en la ciudad de Córdoba, sólo tenía unos prismáticos de 8x30 y ningún libro o mapa estelar. No hacía falta nada más. La primera entrada corresponde al 1 de Diciembre de 1984, contaba 13 años de edad. "Vi con los prismáticos dos pequeños apartados repletos de estrellas. Uno mayor con miles de estrellas pequeñas. El otro menor, tenía la forma de un huevo, pero aquí las estrellas eran mayores" (Descripción de las Hyades y las Pléyades).
El primer dibujo astronómico fue diez días después, el 11 de Diciembre, con la luna menguante en Géminis saliendo detrás del edificio. Aunque aún no sabía el nombre de las estrellas y constelaciones, creo que más o menos se reconoce bien el cielo del que podía disfrutar. La ventana miraba al Este.
El 21 de Diciembre compré el
Manual práctico del astrónomo aficionado de
José Mª Oliver (
Agrupación Astronómica de Sabadell), que vi por casualidad en el escaparate de una conocida libreria en Córdoba. Un libro sencillo, pero ideal para iniciarse en la observación astronómica a simple vista, con prismáticos o telescopio. Imprescindible. !Por fin pude ponerle nombre a las estrellas y constelaciones!
¡El 5 de Enero de 1985 llegaron los reyes! ¡Mi primer telescopio! Un refractor Alstar de 60 mm de diámetro y 700 mm de focal en montura azimutal. Ya no había límites, tenía el cielo a mis pies. Durante los siguientes diez años ese fue mi único telescopio, mi gran telescopio. Casi todo lo aprendí con él, casi todo lo observé con él. El paso de los años trajo consigo la adquisición de nuevo instrumental, el pequeño telescopio quedó arrinconado y olvidado. No sé que habrá sido de él. Fue regalado a otro niño que supongo lo destrozaría convenientemente, sin lugar a dudas tuvo un triste final.
Casi un año después, el 14 de Diciembre, pude ver al cometa Halley en la constelación de Piscis. Como siempre pasa, debido a la fuerte y necesaria publicidad en los medios de comunicación, me decepcionó un poco. Pero allí estaba, había visto mi primer cometa. Esa misma noche dibujé a Júpiter y sus satélites principales, en números indicaba la distancia en diámetros del planeta que separaban a cada satélite de Júpiter, es evidente que dicha estimación se hacía a ojo.
Hace ya más de veinte años, en una época en la que no había ni ordenadores en casa ni tanta información como ahora. Parece mentira. Una época en la que aprendimos de
Carl Sagan viendo
Cosmos"",una época en la que descubrimos que existía el Universo.
2006-06-08 23:34 | 9 Comentarios
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Comentarios
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De: Mizar |
Fecha: 2006-06-10 11:09 |
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Pues este artículo, efectivamente, evoca muchos recuerdos. El primer planisferio celeste que yo utilicé provenía de una lámina de un diccionario, sólo aparecían las constelaciones principales y a una escala pequeñísima, pero fue suficiente para empezar a reconocer el cielo. Yo también conservo mi primer cuaderno de observación con las anotaciones de observaciones realizadas con un Newton de 114 mm o con prismáticos. ¡Cuántas horas de diversión!...y entonces estábamos solos...ahora con Internet tenemos contacto entre los aficionados y eso ha permitido un avance notable...es mucho más fácil acceder a la información.
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2
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De: juan luis |
Fecha: 2006-06-14 06:47 |
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Tu artículo me ha hecho recordar a mí también aquellos años en que empezaba a observar. Es curioso que, a pesar de la escasez de medios, la imaginación y las ganas (y el tiempo disponible) nos hacía observar más de lo que creo que jamás podré volver a hacer.
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De: Rafa |
Fecha: 2006-06-15 23:56 |
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Mizar, creo que casi todos los aficionados de nuestra quinta hemos tenido casi las mismas experiencias y hemos observado casi lo mismo. Pocos aficionados de ahora se sentirán identificados.
Juan Luis, creo que has dado en el clavo: las ganas. Cuando hay ganas no hay instrumento pequeño, si no muchas cosas que observar.
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De: Jesús TD |
Fecha: 2006-06-28 23:29 |
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¡Aaaahhh! Los primeros tiempos astronómicos...
Uno de mis mejores recuerdos era que el único lugar donde podía conseguir efemérides era en el (no os riáis..) Calendario Zaragozano (ja, ja...)
Venían las fases de la Luna, salida y puesta del Sol, y los eclipses.
Para mí eran muy importantes los eclises porque me permitía conocer lo que casi nadie sabía.
Y por supuesto, no me perdía ni uno.
Y eso que aún no llegaba a comprender aquello de
"... este eclipse no es visible en España.."
¡Qué tiempos aquellos!
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De: Anónimo |
Fecha: 2007-08-19 02:55 |
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